Bits

Ella dudó sin embargo cuando llegó al siguiente hotel. La silueta en chapa pintada de una ninfa que tenía fácilmente diez metros de altura ofrecía una flor blanca; Echo Courts, proclamaba su letrero encendido a pesar del sol.

Thomas Pynchon. La Subasta del Lote 49

Me gustan los moteles de carretera. Anodinos espacios llenos de posibilidades, asepsia estandarizada, cubículos del alma. Llegamos y nos vamos haciendo de la estancia un trámite; sin embargo, a sólo un tabique de distancia, nos imaginamos qué puede estar ocurriendo con nuestros anónimos vecinos, acechamos ruidos escondidos… nos imaginamos cosas. O sentimos que son los demás quienes nos acechan… tras la pared.